¿Cual es el motivo de que se acepte sin demasiadas reservas el sacrificio de los animales cuando están gravemente enfermos y no tienen posibilidades de cura? ¿Por qué no ocurre lo mismo con los seres humanos? ¿No sufrimos la enfermedad y el dolor al menos en la misma medida que ellos?
Peor aún, nosotros podemos decidir sobre el destino de nuestras mascotas, y sin embargo no somos libres para decidir sobre nuestra propia vida.
A nadie se le puede forzar a poner fin a su vida porque esté enferma; pero si alguien decide que ya ha vivido lo suficiente y que no desea seguir padeciendo, su voluntad debería ser respetada.
Sin lugar a dudas. Mientras no se superen principios morales muy arraigados en la cultura popular y muchos de ellos amparados en la religión, será difícil que la eutanasia sea aceptada
ResponderEliminarla eutanasia y otras muchas cosas, las ideas religiosas siguen siendo un corsé que asfixia el debate intelectual
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