Sin duda alguna el instinto de supervivencia.
No se trata tan solo de sobrevivir, sino de hacerlo lo mejor posible.Si pudiéramos establecer una escala que valorara cómo queremos vivir, veríamos como ,para el conjunto de la humanidad, la escala no tendría límite.
Para cada uno de nosotros, esa calidad de vida tiene un significado distinto. Una vez cubiertas nuestras necesidades básicas, las meramente físicas como comer, beber,...viene todo lo demás. Un lugar para vivir, salud, seguridad. Y más, queremos educación, un nivel de ingresos que nos permita acceder a mejores alimentos, mejor vivienda, más ocio.
A simple vista puede parecer que el egoísmo es lo que predomina en nuestra naturaleza, ¿o no?. Pero, ¿eso es malo?. Dentro de unos márgenes razonables ese "egoísmo" nos hace avanzar. Quizá no de forma lineal ni equilibrada; y a menudo dando pasos hacia atrás.
Pero avanzamos.
Cada vez vivimos más tiempo y en mejores condiciones. No solo en los países occidentales, hablo a nivel global, a pesar de que ese bienestar no sea general ni uniforme.
Y por supuesto que hay mucho que mejorar; sin duda lo haremos. Está en nuestra naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario